Domingo de Buffet

Me cambie de casa por razones personales, desde el julio pasado, día de mi cumpleaños, me llego la noticia del cambio de hogar, el cual no me sentó muy bien. Pensé y pensé intentando digerir la noticia pero simplemente no me pasó. 

Un mes después ocurrió el cambio inevitablemente.

Mi hermano se quedó en lo que era mi antiguo hogar, y la nueva casa mas lejos del centro de la ciudad no se veía mal, de hecho era un edificio nuevo, la colonia ni siquiera aparecía en el Google Maps, era más grande, tenia un patio más amplio que benefició  mis mascotas, y la habitación que me correspondió fue la mas extensa de las demás. 

Todo iba a mi favor, sin embargo una semana después de habitar en aquel lugar, por mas que reflexionaba, no la sentía como un hogar. Era un lugar rentado por lo que no podíamos hacer ningún cambio sin autorización previa a la dueña, se sentía como invadir un espacio ajeno. 

La primera noche fue difícil conciliar el sueño y a la mañana siguiente me sentía como en un hotel. Hubiera parecido que estaba de vacaciones si no fuera por el trabajo al que tenia que asistir.

Pasaron los días y daba vueltas por toda la casa sin hallarme, tenia muchas ganas de pasar el día en mi cama viendo películas, pero cuando llegaba a mi cuarto me sentía expuesta, me sentaba un rato sobre la cama y me volvían las ganas de estar fuera o simplemente seguir caminando en círculos. 

Concentrarme para hacer la tarea también resulto difícil, era como de "Quiero mi cómodo lugar habitual".

En fin, me entro la ansiedad y no quise hacer nada por días, me despertaba cansada aunque hubiera dormido profundamente toda la noche y por las tardes no tenía energía para hacer nada. 

Poco a poco tuve que regresar a mi rutina original, o mas bien crear una nueva en la ubicación reciénte.  Aunque empece a trabajar normalmente el animo y la fuerzas  no me regresaban, intentaba echarme porras todos los día pero era difícil mantenerlas .

Un mes después de lucha, sentí que todo iba asentándose, con bajas mas cortas y altas mas extensas supe que todo iba mejorando. 

Y así fue, después de una noche mexicana feliz con mi familia, aquel sábado por la noche vi una conocida luz tenue asomándose entre la cortina, sonreí inmediatamente al reconocerla, verla era algo que siempre me llenaba de energía instantáneamente, mire  por la ventaba y la luz de la luna me bañó completamente, esa noche dormí con la tranquilidad que no sentía hace mucho y al domingo siguiente mi madre me despiertó emocionada para acompañarla a desayunar, escuché que despiertó a mi papá, salí de mi habitación y sorpresa, un buffet con huevos, pan,  fruta, hot cakes y café nos esperaban en la mesa. 

Me llene de amor, casi me salieron las lagrimas, me sentí feliz y agradecí. Después de un largo rato de bloqueo mental y depresión, pensé en como una simple acción como un desayuno, un momento tan común en casa junto a tus padres con los que siempre convives puede animarte tanto. 

Me llené de energía y bueno.... heme aquí escribiendo nuevamente

-Ely C.



Comentarios

Entradas populares de este blog

TARDES UNIVERSITARIAS

DESAMOR.

EL BIEN Y EL MAL